sábado, 28 de abril de 2012

No lo entiendo.

No, todavía sigo sin entender porque la gente tiene esa enorme necesidad de hacer daño a los demás, incluso a personas que, supuestamente, quieren con todo su corazón o eso dicen. Realmente, durante estos años de dolor y llanto, me he dado cuenta de que la gente lo único que desea es hacer daño, aún no sé el porqué, bueno, quizás si… Quizás porque tienen esa necesidad de hacernos daño a las personas buenas, a las personas que entregamos nuestro corazón a los demás, pero… ¿Para que? ¿Para que nos lo rompan en pequeños pedacitos que no se van a poder reconstruir? Por desgracia es así. Aunque antes evitaba pensar en ello ahora no soy capaz de hacerlo, los malos momentos, las decepciones, las falsas amistades, el falso primer amor, día a día me viene a la cabeza e intento ser positiva pero me he dado cuenta de que, por ahora, no vale la pena.
Carol.

Cuestion de ánimos.


De esto que necesitas respirar hondo, aire aunque no sea puro. De estas veces que saldrías a la calle, y gritarías hasta quedarte sin voz.

Hoy, es de esas veces en las que necesitas desahogarte con alguien, pero no con alguien cualquiera. Alguien que te comprenda. Alguien que te de el consejo adecuado justo cuando estés a punto de llorar. Que esté ahí, cuando le necesites y no haga falta llamarle; que se despida de ti cuando se lo pidas, y que te de un abrazo cuando todo lo anterior no funcione.

.Caro.